Con motivo de la celebración de su Bicentenario, el Museo del Prado, situado en Madrid, España, ha recibido la visita de Lang Lang. Nacido en Shenyang en 1982, está considerado uno de los pianistas clásicos más reconocidos a nivel internacional. El afamado pianista chino recorrió varias de las salas más importantes de la colección permanente de la pinacoteca, deteniéndose en la sala 12, junto al famoso cuadro de Las Meninas, donde tocó el piano ante un reducido número de personas. 

Una conexión que todos los presentes hemos sentido. El silencio se ha adueñado del museo cuando el maestro al piano, con los ojos cerrados y frente al magistral cuadro de Velázquez, de 3,18 metros de alto por 2,76 de ancho, ha interpretado la sinfonía Para Elisa de Beethoven y el Vals de Amelie, de Tiersen, en su personal homenaje a los 200 años de historia de esta institución. Y en este caso, ante uno de los cuadros que mejor representan la historia del arte de España. Una noche en la que se sentía el arte hablando con el arte y en la que el silencio sólo era roto por los aplausos.

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