Nota de editor: Este artículo es una traducción de la transcripción inglesa del programa "Puntos de Vista" de CGTN, en el que la reportera de CGTN Liu Xin compartió sus opiniones sobre el tema.
Mientras la policía británica continúa investigando el caso de los 39 cuerpos encontrados la semana pasada en un camión en Essex, muchos cuestionan las especulaciones tempranas de algunos medios de comunicación al respecto de las nacionalidades de las víctimas. Las actualizaciones son necesarias con los nuevos hechos, mientras que las correcciones son imprescindibles con nuevos hallazgos. Pero algo fundamentalmente malo en el periodismo nunca debe ser usado como excusa. Lo que uno diga en sus informaciones, ya sean noticias o puntos de vista, tiene que basarse en hechos confirmados.
La policía de Essex anunció el jueves pasado que “se creía que todas las víctimas eran ciudadanos chinos". Pero rápidamente se retractaron de esa declaración, y repetidamente han estado advirtiendo en contra de la especulación.
Admito que la especulación es bastante inevitable. Mientras hablo, hay una gran variedad de reivindicaciones sobre este asunto, también en las redes sociales chinas. Ha sido una lección para muchos en la profesión periodística: cómo ser oportuno y responsable a la vez. Supongo que esto siempre será un desafío en la era de las noticias de 24 horas. Pero en el caso de Essex, percibí una cantidad extraordinaria de descuido consciente, cuanto menos, en los medios internacionales.
En un reportaje de la televisión británica, un periodista experimentado dijo que la policía no había confirmado que los fallecidos fueran chinos, solo lo escuchó de otras fuentes. Pero no le impidió recordar un caso pasado que involucraba a ciudadanos chinos. En otra nota, un periodista reconoció, primero, que tomaría tiempo identificar a las víctimas, pero luego compartió su entrevista con un hombre chino-británico que explicó cómo operan las redes de trata de personas en China. En otro canal, una presentadora veterana recordó a los televidentes que no estaba confirmado que las víctimas fueran chinas. Pero entonces ella dijo: "¡Asumamos que lo fueron!". Incluso le pidió a su invitada que comentara cómo la opresión del estado chino podría disuadir a las familias afectadas de dar un paso al frente.
¿Qué hay detrás del fallo colectivo de estos medios de comunicación incapaces de llegar a un estándar profesional mínimo?
Justo delante de mí, una periodista de CNN en Beijing nos dio algunas pistas acerca de la psique tras este fenómeno. El pasado viernes 25 de octubre, mientras la policía de Essex intentaba evitar las especulaciones, la periodista preguntó al portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China qué motivaría a ciudadanos chinos a querer escapar de un modo tan arriesgado, “después de todos los logros, avances y el progreso de los últimos 70 años”. El portavoz respondió que ésta era una pregunta inapropiada pues aún faltaban por recabar más datos.
Aun así, CNN había ya preparado un largo informe para responder a esa pregunta en concreto. El artículo examina porqué los chinos arriesgan su vida para entrar en Reino Unido aunque reconociendo que solo se creía que las víctimas pudiesen ser chinas. La periodista cita números que no se pueden contrastar para denotar la “enorme” tendencia migratoria de China, y apunta a una brecha social en aumento como una razón de peso. A pesar de su honradez, estaba dando pasos en falso.
Tales historias han levantado la crítica entre el público chino. Entiendo que muchos en los medios de comunicación extranjeros quieren profundizar en la sociedad china e iluminar ahí donde creen que tras las sombras se esconde una verdad. Pero no tan rápido. Su profesionalidad está en juego.
Mientras la policía sigue definiendo los hechos, paremos todos un momento y pensemos en las almas que fallecieron en esta tragedia. Merecen nuestro respeto.

La policía británica continúa investigando el caso de los 39 cuerpos encontrados la semana pasada en un camión en Essex.