Tras el incendio de la Catedral de Notre Dame de París el pasado 15 de abril, se popularizaron por el mundo historias, mitos y supuestas réplicas de la basílica parisina.
Ante el incendio de la Catedral de Notre Dame, no solo los fieles y la iglesia católica sintieron dolor; esta pena fue más allá y llegó a los historiadores, antropólogos, devotos de diversas religiones y artistas. La pérdida cultural que dejaban las llamas era irrecuperable, aunque existieran copias de sus reliquias. Estamos hablando de una obra gótica terminada de construir en el año 1345 que pudo dejar supuestas réplicas en distintas partes del mundo durante los siglos por venir. Expertos afirman que el estilo gótico y sus variables no quedaron en tiempos pasados. En México, por ejemplo, durante épocas de la post-revolución se buscó renovar la fe y recuperar a una sociedad golpeada y dividida que venía de una cruenta guerra.
Esto ocurrió en toda Latinoamérica, en diversos momentos, y México, país cuya mayoría de habitantes son creyentes, no podía quedar aislado. Muchos templos fueron construidos con ese estilo gótico de grandeza, de largas columnas, rosetones y vitrales que permiten entradas naturales de luz, portones tallados, pilares y baquetones. Puntas afiladas en sus techos y pisos marmoleados cuyo resplandor siempre invitará mirar hacia arriba, a esa fuente de brillo. Así es la Catedral de Notre Dame; pero también el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús en León, se dice, puede ser una réplica de la iglesia ya levantada hacia los tiempos de la revolución francesa.
Diferencias básicas: la nave del templo mexicano es dos metros más pequeña, bajo el rosetón principal no están las 28 estatuas de los reyes de Judea e Israel que figuran en París, sino columnas. Tampoco posan quimeras sobre las paredes del expiatorio, y su torre principal y aguja nunca fueron terminadas porque esta iglesia no podía ser más alta que la catedral de León, Guanajuato. Bajo su suelo no hay catacumbas como en Nuestra Señora sino criptas ordenadas y enumeradas. De más está decir que los materiales y técnicas de construcción también fueron distintos al ser épocas diferentes.

Tras el incendio de la Catedral de Notre Dame de París el pasado 15 de abril, se popularizaron por el mundo historias, mitos y supuestas réplicas de la basílica parisina.
Una esencia que está marcada, según los leoneses, en la fe, el amor y la fuerza para salir adelante ante situaciones adversas. Los nativos de estas tierras saben que su templo es un atractivo turístico y guían a los visitantes a conocer la verdadera historia del expiatorio hecho para venerar al Sagrado Corazón. El turista se lleva otra idea, sin desilusión, de lo que esperaba encontrar.
Desde el punto de vista arquitectónico, el Templo Expiatorio es una obra magnífica del llamado Neogótico, modernización del gótico con fuerte inspiración del romanticismo que llegó a la región a finales del siglo XIX y principios del XX.
La obra se empezó a construir en 1912 luego de un debate ideológico alrededor del Sagrado Corazón de Jesús cuya representación reposa dentro de la nave. Fue hasta el 2012 cuando se inauguró, 91 años después, durante la visita del Papa Benedicto XVI a México. Una más de las 325 edificaciones que existen en el país bajo este estilo.