El miércoles al atardecer se dio una fina lluvia en la ciudad de Shanghai, China. Con la llovizna, la calle se cubrió de una leve y brumosa luz anaranjada gracias a las farolas de la calle. Además, con el reflejo de los edificios antiguos en el agua clara, los transeúntes sentían que viajaban por la historia.
En comparación con las históricas Beijing, Nanjing o Xi'an, Shanghai es una ciudad bastante joven y también muy especial y única. Fue influenciada por las culturas extranjeras, pero al mismo tiempo conserva su misma tradición. El origen de esta gran ciudad surgió de la mezcla y el choque de las culturas de Oriente y Occidente.