Dos pandas estaban disfrutando del descanso en la rama de un árbol cuando su cómoda siesta fue interrumpida por un ruido. Era otro panda que quería robarles su lugar. De esta forma, comenzó una pelea en la Base de Investigación de Cría del Panda Gigante de Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China.
No hace falta decir que, con la pareja adormilada uniendo las patas, el intruso no tuvo oportunidad y bajó del árbol derrotado.