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¿A qué se debe el silencio de los medios occidentales con respecto a los documentales sobre Xinjiang?
Actualizado 2019-12-09 03:27 GMT
CGTN en Español

Nota del editor: El siguiente artículo se extrajo de la columna Comentarios sobre asuntos internacionales, originalmente en chino mandarín. Este artículo no necesariamente refleja la línea editorial de CGTN.

La Cadena Global de Televisión de China (CGTN, siglas en inglés), parte del Grupo de Medios de China, estrenó recientemente dos documentales sobre la lucha contra el terrorismo en la región autónoma uygur de Xinjiang. Los documentales muestran cómo el terrorismo y extremismo religioso han dañado a la región y, también, exponen los atroces crímenes cometidos por el grupo terrorista Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (MITO).

Ambos documentales han sido ampliamente reproducidos en las redes sociales, tanto en China como en el occidental. Muchos usuarios de Internet no pudieron menos que preguntarse, ¿son estos sangrientos actos terroristas los “derechos humanos” que el gobierno de Estados Unidos intenta proteger a con tanto empeño?

Captura de pantalla del documental de CGTN La lucha contra el terrorismo en Xinjiang muestra a una mujer llorando luego de que su esposo fuera muerto en un ataque terrorista ocurrido el 28 de julio de 2014 en la región autónoma uygur de Xinjiang. Ella fue la única sobreviviente del suceso. Su esposo, un camionero, y otras dos personas murieron en el ataque.

Algunos medios de comunicación occidentales, que han prestado mucho interés a lo que ellos llaman los “problemas de derechos humanos” de Xinjiang, se han mantenido en absoluto silencio con respecto a estos dos cortometrajes.

Los panelistas de Comentarios sobre asuntos internacionales analizaron el tema y encontraron que, con excepción de algunos medios de comunicación como Radio France Internationale, no había casi ningún medio de comunicación tradicional que hubiera compartido los documentales o informado sobre ellos.

Aquellos medios que mencionaron los reportajes tendieron a desviarse del tema y evitar referirse al problema real que se enfatiza en los documentales. Los políticos estadounidenses se mostraron extremadamente elocuentes con respecto a la situación de “derechos humanos” en Xinjiang y presionaron al Congreso para que aprobase la llamada Ley de Política de Derechos Humanos Uigur de 2019, que en este momento tiene paradero desconocido.

La evidencia es irrefutable. Cualquiera que tenga dudas sobre por qué Xinjiang necesita luchar contra el terrorismo y el extremismo debería mirar los documentales de CGTN y obtendrá la respuesta.

“La lucha contra el terrorismo en Xinjiang” contiene algunas secuencias de video tomadas en el momento en que ocurrieron algunos ataques terroristas de la década pasada en China. Los hechos respaldan los esfuerzos de China por intentar contrarrestar las amenazas del terrorismo, separatismo y extremismo.

Captura de pantalla del documental de CGTN  La mano negra: El MITO y el terrorismo en Xinjiang muestra a Rozalahong, un miembro del Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, enseñando a su hijo de seis años (C) cómo disparar una pistola.

El otro documental, titulado “La mano negra: El MITO y el terrorismo en Xinjiang”, expone los actos criminales del Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, tales como el lavado de cerebro con pensamientos extremistas a niños, mediante el cual se incita al odio entre los diferentes grupos éticos y a cometer ataques terroristas. Estos hechos irrefutables prueban que el MITO es parte de la red de terrorismo mundial, una amenaza no solo para China, sino para el resto del mundo.

Los dos documentales de CGTN han ayudado a clarificar los hechos sobre la situación en Xinjiang después de que el Congreso de Estados Unidos aprobara la llamada Ley de Política de Derechos Humanos Uygur de 2019 en un intento por interferir en los asuntos internos de China.

Además de dar cuenta sobre la situación de Xinjiang a la comunidad internacional, los documentales también revelan el doble estándar de algunos medios de comunicación y políticos occidentales.  

Los problemas de Xinjiang no están en absoluto relacionados con etnicidad, religión o derechos humanos. En esencia, están ligados con la lucha contra el terrorismo y el separatismo. Las tentativas de políticos occidentales de difamar y desacreditar los esfuerzos contra el terrorismo y la radicalización en Xinjiang solo enviaran un mensaje equivocado sobre el terrorismo y resultarán contraproducentes.