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Solsticio de invierno: cuando la Tierra dormida se prepara para renacer
Actualizado 2020-01-02 07:41 GMT
CGTN en Español
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En México existen diferentes rituales, propios y adoptados de otras culturas y creencias, que buscan purificar el cuerpo y el alma para recibir el nuevo año. 

Yule o Solsticio, la noche más larga del año donde, se dice, la tierra duerme en medio de su preparación hacia la nueva estación, en la que el renacimiento y florecer serán signos de reinvención y prosperidad para sus habitantes. El mejor momento para meditar, limpiar sus auras y chacras, soltar el pasado y abrirse al futuro.

Pensamiento, ritual nórdico que permite celebrar la Navidad y el Año Nuevo desde otra perspectiva fuera de la creencia religiosa. En este círculo lo ven como un momento de gratitud y transición. Es aquí donde el año que se va entra en meditación para iniciar la transmutación del espíritu. 

Pensamiento, ritual nórdico que permite celebrar la Navidad y el año nuevo desde otra perspectiva fuera de la creencia religiosa.

Después de esa meditación, viene la manualidad. Los amuletos celtas de protección y decreto son hechos con sus propias manos. Este pentagrama es aire, tierra, fuego y aire alrededor del espíritu. Aquí enlazan sus deseos y se impregnan de energía positiva. 

Sólo en evolución podrán soñar en el anhelo y no en la envidia, en olvidar y no en el rencor. En evolución abrirán mente y cuerpo a un nuevo año que llenará de abundancia y prosperidad su existencia. Aquí viene la tercera parte del culto: En una jicarita o taza pequeña depositarán esos sueños representados en semillas que luego germinarán para dar vida o realidad a cada deseo. 

La ropa también es importante así que los colores usados durante este ritual de Yule deben ser blanco, plata, rojo o verde. Tonos que se mezclan entre la pureza, la abundancia, la comida y la naturaleza. Se espera que el reloj marque las veintidós horas con diecinueve minutos, entra el solsticio y la luz le gana otra batalla a la oscuridad. Portales se abren y el círculo se convierte en oráculo donde las cartas de la Diosa insinuarán los hechos y tiempos que están por venir. Aquí dejan el 2019 y se desea un feliz año 2020, que por cierto será bisiesto, pero no nos adelantemos que esa es otra historia.