La Ciudad Prohibida de China, que se encuentra en Beijing, solía ser el hogar de la corte imperial entre el año 1420 y 1912. Hoy en día, es un museo nacional que alberga más de 1,8 millones de reliquias culturales preciosas.
Además de ser un ícono cultural, la Ciudad Prohibida también es el hogar de animales, incluyendo gatos.
Los gatos han sido mascotas favoritas desde hace mucho tiempo. Su función es proteger los alimentos y artículos para que no se los coman las ratas. Durante la dinastía Ming (1368-1644), en la Ciudad Prohibida se estableció una institución especial para el registro y la gestión de gatos que vivían en el palacio imperial. Y en la dinastía Qing (1644-1911), también había un archivo para registrar el origen y los nombres de los gatos que vivían en él.
Hoy en día, todavía se pueden ver a los descendientes de esos gatos imperiales vagando en la Ciudad Prohibida. Están siendo atendidos por los trabajadores del museo y se han convirtido en un símbolo del museo.