Un año después de la celebración de su centenario, la caipirinha es declarada Patrimonio Inmaterial del estado de Río de Janeiro. Compuesta por cachaza, lima, hielo y azúcar es la bebida símbolo de Brasil y combina perfectamente con el clima de sol y playa de la región sudeste, donde ni nativos ni turistas se resisten a dar unos refrescantes tragos.
No está claro su origen exacto, pero la versión más consensuada es que nació en São Paulo en 1918. Derivada de una receta tradicional a base de lima, ajo y miel indicada para combatir la gripe española, la difusión por Brasil se produjo en la Semana de Arte Moderno de 1922, tras ganar popularidad entre intelectuales y bohemios.

Cada bar tiene su caipirinha como forma de identificación con el país.
Un siglo más tarde, el estado de Río de Janeiro la declara Patrimonio Inmaterial, pues la región, además de ser una grande consumidora, también es una excelente productora de su materia prima: la cachaza.
Cada bar tiene su caipirinha como forma de identificación con el país. Éste es uno de los locales referencia de Río de Janeiro, y ofrece hasta 100 marcas diferentes de cachaza.