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Exclusiva de CGTN: Localizando las tumbas uygur reubicadas en Xinjiang de China
CGTN

La ciudad de Aksu, en el noroeste de la región autónoma uygur de Xinjiang, ha sufrido cambios importantes en las décadas pasadas. Una vez una región desierta en el borde del desierto más largo del país, el Taklamán, Aksu y sus áreas periféricas han presenciado un rápido desarrollo urbano y crecimiento de las áreas verdes. Sin embargo, la velocidad de estos cambios es con frecuencia mencionada por ciertas narrativas occidentales como contraria a las antiguas tradiciones y, especialmente, en contra de un tema profundamente personal y religioso para los habitantes locales: los cementerios.

Un cementerio en el distrito de Xayar de la prefectura Aksu se ha vuelto el foco de la controversia internacional recientemente. CNN informó que los cementerios de esta región estaban siendo demolidos por las autoridades, destacando historias como las de Aziz Isa Elkun, un poeta uygur que ahora vive en Londres, quien señaló que no podía encontrar la tumba de su padre en Google Maps. El artículo da a entrever que la "destrucción" sistemática de estos cementerios uygures, una parte central de las comunidades, es parte de un esfuerzo sistemático para borrar la cultura uygur.

Nuevo cementerio adaptado a las condiciones climáticas del lugar, donde se encuentra enterrado el padre de Aziz en el distrito de Xayar, noroeste de la región autónoma uygur de Xinjiang, en China, 8 de enero de 2020.

Por este motivo, un equipo de CGTN decidió averiguar si esta insinuación era verdadera. Cuatro horas de viaje en automóvil separan el centro de la ciudad de Aksu y la aldea Yegiqiman, un lugar de encantadora antigüedad, donde el equipo encontró a la familia de Elkun.

"No he visto a Aziz desde inicios de 2017. Volvió en febrero de ese año para cuidar de su padre, quien se encontraba gravemente enfermo, y esa fue la última vez que lo vimos", indicó Hepizem Nizamidin, la madre de Aziz. Tambaleándose, la mujer uygur de 78 años caminó hasta la tumba de su esposo, la que está ubicada al lado de la de sus suegros y su cuñado.

La tumba nº47 se encuentra en un cementerio que alberga miles de tumbas. El 15 de diciembre de 2018, Hepizem trasladó los restos de su esposo Eysa Abdula aquí desde un lugar a menos de 100 metros de distancia, el cual estaba en ruinas y se encontraba plagado de túmulos sin identificación.

Antiguo cementerio donde el padre de Aziz había sido enterrado en el distrito de Xayar, noroeste de la región autónoma uygur de Xinjiang, 8 de enero de 2020/Foto de CGTN

Las ruinas del cementerio, descuidadas y polvorientas, habían sido abatidas por el sol inclemente, las inundaciones estacionales y los inviernos secos durante décadas. Luego de que Eysa falleciera de un ataque cardíaco en noviembre de 2017, su familia lo enterró en este lugar, siguiendo los ritos funerarios de los musulmanes uygur.

"Aziz no regresó para el funeral de su padre, por lo que no tenía idea del lugar donde lo enterramos", indicó Hepizem a CGTN. Aziz solo los llamó por teléfono una vez en diciembre de 2017, la última vez que escucharon su voz.

Hepizem y su familia temían no poder encontrar la tumba de Eysa un día debido a los embates del tiempo. "Teníamos que caminar a través de colinas serpenteantes llenas de lodo para llegar a la tumba, siempre preocupados de no verla porque el lugar estaba descuidado", dijo la hermana menor de Aziz, Hvrlem Eysa.

Su preocupación desapareció en abril del mismo año, cuando recibieron la noticia de que un cementerio estándar de concreto sería construido cerca de estos antiguos túmulos. Solicitaron la reubicación en ese momento y trasladaron la tumba de Eysa al nuevo cementerio en diciembre de 2018.

"Estoy tranquila porque ahora mi esposo puede descansar en un lugar tranquilo y apacible con flores a su alrededor", expresó Hepizem. "Ahora, cuando lo extrañe, voy a poder encontrar su tumba", agregó.

Hepizem no está sola en el mito de la "desaparición" de las tumbas de Xinjiang difundido por CNN y otros medios de comunicación occidentales.

Algunos aldeanos ni siquiera han podido encontrar las tumbas de sus familiares, justo como indicó Sadir Yasin, a quien CGTN entrevistó dos días atrás en el distrito de Uqturpan en Aksu.

"Ahora no podemos encontrar la tumba de mi abuelo porque la rama en la que estaba erigida desapareció", dijo Sadir. El túmulo de su abuelo no se pudo identificar hace unos años debido a una gran inundación y a vientos secos que barrieron con todo.

La madre de Aziz Hepizem Nizamidin y su hermana Hvrlem Eysa visitan la tumba de su padre en el distrito de Xayar, noroeste de la región autónoma uygur de Xinjiang, el 8 enero de 2020. Foto de CGTN.

En los inicios del 2000, las oficinas de asuntos civiles locales recibieron quejas de los residentes debido al el estado deplorable de las tumbas antiguas y por lo difícil que era encontrar las tumbas de sus parientes fallecidos. Los gobiernos locales han pasado más de una década consultando opiniones y construyendo nuevos cementerios.

Existen 821 cementerios adaptados a las condiciones climáticas en la prefectura de Aksu. La mayoría de ellos se construyó cerca de sus correspondientes cementerios antiguos y pueden satisfacer la demanda de tumbas durante los próximos veinte años. Los cementerios antiguos, estimados en 2.787, se convirtieron en tierras de cultivo para ayudar a las familias más pobres a generar ingresos o se mantuvieron como terrenos sin construcciones para que aquellos que no pueden localizar las tumbas de sus parientes los visiten.

"El siguiente paso es hacer que estas tumbas sean más verdes, creando un ambiente mejor para que la gente venga a conversar con sus seres queridos", indicó Halmurat Ismail, jefe de la Oficina de Asuntos Civiles del distrito de Uqturpan en Aksu.