El número de pingüinos barbijo en algunas colonias en la Antártida occidental ha disminuido hasta en un 77 por ciento desde su último conteo en la década de 1970, dicen los científicos que estudian el impacto del cambio climático en la remota región.
El pingüino barbijo debe su nombre a la delgada franja negra en la parte baja de su cabeza, la que lo hace ver como si tuviera puesto un casco negro y, a su vez, lo convierte en uno de los pingüinos más fáciles de identificar.
"Las disminuciones que hemos visto son definitivamente dramáticas", señaló Steve Forrest, un biólogo que se unió a un equipo de científicos que acabó de terminar una expedición antártica.
La Organización Meteorológica Mundial informó la semana pasada que una base de investigación en la Antártida había registrado la temperatura más alta del continente, 18,3 grados Celsius, ya que el calentamiento global provoca un aumento en el derretimiento de las capas de hielo alrededor del polo sur.