Fuente: AP

Las fuerzas del gobierno sirio y sus aliados continuaban atacando zonas controladas por rebeldes en la provincia de Idlib este martes.

El ejército sirio recibe apoyo de Rusia y las fuerzas rebeldes reciben apoyo de Turquía.

El martes, Turquía derribó un avión caza sirio, el tercer incidente similar en otros tantos días.

Los choques constantes entre los dos ejércitos parecen indicar una nueva etapa en la guerra que ya lleva nueve años.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo que espera negociar un alto el fuego en Siria en los próximos días, cuando se reúna con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Moscú.

Las batallas han causado decenas de bajas de ambas partes. También amenazan con poner fin a la colaboración turca con Moscú, un partidario crucial del gobierno sirio.

La ofensiva iniciada hace meses por el gobierno de Damasco sobre la provincia de Idlib, que es el último bastión rebelde en el país, provocó una de las peores crisis humanitarias del conflicto. Casi un millón de civiles sirios huyeron al norte hacia la sellada frontera con Turquía.

Ankara envió a miles de soldados a Idlib para respaldar a los combatientes de la oposición atrincherados en la zona, pero no ha podido frenar el avance del gobierno.