(Fuente: AP)
Las autoridades argentinas recomendaron ingerir la popular bebida de mate de forma individual para frenar el contagio del nuevo coronavirus.
Brun, que reside en Argentina desde hace décadas, trabaja junto a otros dos hombres en una pequeña herrería de Buenos Aires. Con uno de sus colegas sigue compartiendo la bombilla: el pequeño tubo de metal por el cual se sorbe el mate. El otro, en cambio, es reacio a hacerlo.
En Argentina, Uruguay y Paraguay, donde se han registrado en total más de 180 infectados, pasarse de boca en boca la bombilla del mate era hasta hace pocos días un hábito mecánico entre familiares, amigos y colegas de trabajo o estudio. Pero desde que estalló el brote de la enfermedad cada vez más personas se han visto obligadas a abandonar esta práctica que refuerza los lazos sociales.
Dardo García, dueño de un local dedicado a la venta de mates en Buenos Aires, dijo que desde hace un mes se ha incrementado un 50 % la adquisición de los recipientes más pequeños debido a que un número creciente de argentinos se vio obligado a dejar de compartir uno de mayor tamaño y comenzó a consumir la bebida de forma individual.
Con el brote de la enfermedad, los argentinos empezaron a encontrar formas creativas para mantener la tradición realizando pequeños "ajustes", por ejemplo, beberlo en reuniones grupales celebradas online.

Un número creciente de argentinos se vio obligado a dejar de compartir uno de mayor tamaño y comenzó a consumir la bebida de forma individual.