Por primera vez en la historia del Festival Internacional del Globo de León en México, los aerostáticos emprendieron su vuelo sobre terrenos sin espectadores. Los organizadores del FIG decidieron no suspender el evento a pesar de la pandemia, pero sí hacerlo de forma diferente: esta vez fue virtual.
Más de dos millones de espectadores lograron ver decenas de globos despegar en la ciudad de León, estado de Guanajuato, México. Aerostáticos provenientes de más de ocho países decidieron levantarse, no para desafiar a la pandemia, sino para llevar un poco de aliento en medio de la calamidad.
La directora del FIG 2020, Scandra Salim, afirmó que: "Yo creo que la receta es no parar, continuar, pero adaptarse. Volveremos a tener tiempos mejores; es lo más probable, entonces, la depresión no está en nuestro calendario".
Con fuertes medidas sanitarias, los pocos que lograban entrar al campo de despegue eran desinfectados dentro de cabinas especiales. Varias hectáreas de terreno permitían tener el distanciamiento social necesario para ver el llenado de cada globo y, los más afortunados, subir a las cestas que los llevarían a olvidar, por unos minutos, los problemas que hay en la Tierra.
La COVID-19 obligó a cancelar la asistencia masiva de personas al evento, cambiar el lugar de despegue para algo más privado y suspender actividades como grandes conciertos o eliminar las zonas para acampar. El turismo se vio afectado al reducir sus ingresos en casi un 70 por ciento con respecto a años anteriores.

Por primera vez en la historia del Festival Internacional del Globo de León en México, los aerostáticos emprendieron su vuelo sobre terrenos sin espectadores.