El brote de COVID-19 ha interrumpido las redes globales de logística. Toneladas de mercancías permanecen confinadas en sus orígenes sin posibilidad de llegar a sus destinos. No obstante, el servicio de trenes de carga entre China y Europa, que comenzó en 2011, sigue siendo un canal de transporte fiable.
El servicio de ferrocarril en Chengdu registró más de 400 viajes en el primer trimestre, lo que supone un incremento interanual del 84 por ciento. Como resultado de la pandemia, el comercio electrónico transfronterizo fue 21 veces mayor.

El servicio de trenes de carga entre China y Europa, que comenzó en 2011, sigue siendo un canal de transporte fiable.
Durante el mismo periodo, trenes de carga de toda China realizaron más de mil 900 viajes a Europa, transportando 174 mil contenedores de veinte pies de largo, lo que representa un aumento interanual del 15 y del 18 por ciento, respectivamente.
A pesar de la propagación de la COVID-19 en toda Europa, las autoridades ferroviarias de China han adoptado múltiples medidas para garantizar canales de logística globales y han priorizado los envíos de materiales de prevención.
Para finales de marzo, los trenes de carga entre China y Europa habían transportado 500 toneladas de material de ayuda a países como Italia, Alemania y España.
Estas medidas garantizan un flujo de tráfico seguro y el intercambio de información con aduanas.