Puede que no te sorprenda ver a un perro en un vuelo, pero un caballo haría que la mayoría de los pasajeros se frotasen los ojos dos veces en sus asientos.

Eso es exactamente lo que sucedió cuando Ronica Froese voló a través de Estados Unidos este mes de febrero con su caballo miniatura de servicio de 18 meses, Fred. Froese, tiene una enfermedad autoinmune incurable y a Fred, ha sido entrenado como un animal de servicio. Los ponis entrenados pueden ayudar efectivamente a las personas con depresión, trastorno de ansiedad, trastorno de pánico y TEPT. Era la primera vez que Fred volaba. 

Los ponis entrenados pueden ayudar efectivamente a las personas con depresión, trastorno de ansiedad, trastorno de pánico y TEPT.

Froese dijo: "Tengo tres adiestradores de caballos miniatura quienes me ayudaron a prepararme para este viaje. Utilicé Bluetooth en el automóvil para simular el enorme ruido del avión cuando despega con objeto de familiarizar al poni con este sonido y tuvimos entrenamientos para el aterrizaje del avión. Compré dos asientos de primera clase en la mampara para que Fred tuviera el mayor espacio y que no molestemos a ningún otro pasajero en el avión".

Froese compró dos asientos de primera clase en la mampara para que Fred tuviera el mayor espacio y que no molestemos a ningún otro pasajero en el avión.

Fred ha sido entrenado para ir al baño cada cuatro o cinco horas. Considerando el nivel de comodidad del poni, Froese aseguró de que los vuelos no duraran más de tres horas. Fred también sabe ir al baño al mando mientras ella lo atrapa en un baño para discapacitados.