Hace solo un par de días, visité la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan, porque me dijeron que de varios cientos de estudiantes internacionales allí, ninguno de ellos contrajo la COVID-19.

Hablé con los estudiantes, hablé con los maestros y tuve la impresión de que había una comprensión colectiva de que la cuarentena estricta era realmente necesaria para proteger a todos.

Durante casi varias semanas, cuando la situación era realmente mala, a los estudiantes no se les permitía salir del dormitorio. Por supuesto, fue difícil, pero al final, la gran mayoría de ellos entendió la necesidad, perseveraron y ninguno se enfermó.

Creo que esa historia es importante para ayudar a las personas a entender exactamente por qué el número de mortalidad de casos y el número absoluto de muertos en China han sido tan bajos. Durante 76 días, la ciudad estuvo bajo estricto bloqueo. No es el tipo de encierro en el que si eliges permanecer en su lugar, te quedas en el refugio que puedas, y si quieres salir, también podrías intentar hacerlo. No, para la gran mayoría del encierro, la gente tuvo que quedarse en casa.

Piensa en lo que sucede en los Estados Unidos; algunas personas todavía tienen que ir a trabajar. Algunas personas están en contra de refugiarse in situ. Algunas personas usan mascarillas y otras no.

Te digo, en Wuhan, casi se convierte en algo instintivo usar una mascarilla. Si sales sin usar un cubrebocas, te sientes extraño. Es ese tipo de conciencia para ayudarte a ti mismo, para ayudar a los demás, lo que realmente ayuda a cortar el camino del contagio del virus.

En cuestión de una o dos semanas, más de 40.000 médicos llegaron de toda China a Wuhan. Justo el otro día, estaba visitando a una médica que hizo sonar la alarma por la COVID-19, la primera aquí en Wuhan. Y visité su oficina.

Zhang Jixian, la primera médica que reportó la pandemia de COVID-19.

Sabes, lo que más me sorprendió fue la cantidad de respiradores que estaban inactivos sobre la mesa. Ella dijo: "Bueno, ahora ya no los necesitamos". Pero había unos 15, 17 respiradores simplemente así. Pero, por supuesto, en los momentos más difíciles los necesitaban mucho, pero ya no.

En China, nunca tuvimos una discusión sobre la inmunidad colectiva. Nunca tuvimos la discusión entre mantener la economía en marcha o salvar vidas. Desde el principio, estaba muy claro que cada vida importaba. En Wuhan, más de 3.600 personas mayores de 80 años sobrevivieron. Entre ellos, sobrevivieron siete personas mayores de 100 años. Creo que probablemente sea un récord para cualquier parte del mundo.

Citando un ejemplo de la médica que informó de los primeros casos aquí, dijo que hace un par de días, uno de sus primeros pacientes regresó para liquidar la factura. Le pregunté: "¿Qué quieres decir con pagar la factura? Escuché que todo fue gratis, el tratamiento". Ella dijo: "Sí, él vino para obtener un reembolso. Pagó originalmente, pero más tarde, después de que el gobierno decidió que todo sería gratis, vino y recuperó su dinero".

Y luego, por supuesto, hay un papel de la medicina tradicional china. En algunos de los hospitales temporales donde únicamente se trataba a personas con síntomas leves, solo se les daba medicina tradicional china. Esta es una ventaja de la que disfruta China.

Quería destacar que mi último punto es que, probablemente, algo que las personas en Occidente, en Estados Unidos o en Europa no entienden tan fácilmente, es el tipo de confianza entre las autoridades y los residentes locales.

Hablé con un par de personas al azar en la calle, y la palabra que compartieron fue cooperación. Confiaron en las medidas que se les dijo que siguieran, y las medidas funcionaron.