Nota del editor: El siguiente artículo fue extraído de una columna de opinión en idioma chino de "Radio The Greater Bay".

La decisión de China de introducir legislación en su Región Administrativa Especial de Hong Kong para salvaguardar la seguridad nacional es un movimiento necesario para llenar las lagunas en el sistema legal y los mecanismos de aplicación de la ley de Hong Kong. Esta legislación hará que Hong Kong recupere el rumbo lo antes posible y servirá para garantizar la implementación sin problemas de "Un país, dos sistemas".

Los infractores de la ley que pueden salirse con la suya con comportamientos ilegales han sido un gran problema para el estado de derecho en Hong Kong.

Desde que estallaron disturbios hace un año, la seguridad pública de Hong Kong ha estado bajo una gran amenaza. Los alborotadores fueron envalentonados por los fallos del sistema judicial: los manifestantes violentos acusados de disturbios fueron liberados bajo fianza de 1.000 dólares de Hong Kong (128 dólares estadounidenses); los matones que rasgaron, quemaron y pisotearon banderas nacionales solo fueron condenados a 240 horas de órdenes de servicio comunitario; y el destacado separatista Joshua Wong Chi-fung simplemente fue acusado de "incitar a otras personas a unirse a una asamblea ilegal".

Todos estos y otros incidentes similares están enviando una señal absurda de que los infractores de la ley no tienen que asumir la responsabilidad de sus atrocidades, lo cual es inimaginable en cualquier otra sociedad con estado de derecho.

También es imperativo cortar las manos sucias externas que agitan la violencia en Hong Kong. Las fuerzas occidentales lideradas por Estados Unidos ya intervinieron en los asuntos de Hong Kong a través de agentes. Ahora han llegado descaradamente a la primera línea, entrometiéndose con los cuerpos legislativos y judiciales de Hong Kong. Estas fuerzas están embelleciendo e instigando los actos criminales de los infractores radicales y están utilizando a Hong Kong como base para participar en actividades que ponen en peligro la seguridad nacional de China.

La decisión de Beijing de introducir la legislación ha demostrado una vez más a la comunidad internacional que el Gobierno chino tiene una determinación inquebrantable para salvaguardar la seguridad nacional, la estabilidad de Hong Kong y el bienestar de la gran mayoría de sus residentes. Estas son las condiciones previas fundamentales para un Hong Kong próspero.

(La imagen de portada es una foto VCG)