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Por qué aprobar la ley de seguridad nacional para la RAE de Hong Kong es necesario
CGTN en Español

La ley de seguridad nacional para la RAE de Hong Kong ha despertado interés en Occidente durante las Dos Sesiones. El proyecto de ley ha sido bombardeado con criticismo de políticos y medios de comunicación occidentales.

¿Podría esta legislación realmente minar la economía y libertad de Hong Kong?

“Muchos de los que toman una postura abiertamente crítica hacia Beijing, en general, ven las cosas de una manera muy estrecha, desde una perspectiva local. De hecho, de manera creciente, los países extranjeros han comenzado a ver a Hong Kong como una parte de China. Siendo realistas, Hong Kong tendrá que acercarse a la parte continental de China para el bienestar de ambas partes. Los medios estadounidenses de hoy piensan que esto significa el fin de Hong Kong. Creo que podemos argumentar que esto en realidad equivale a un poco más que lágrimas de cocodrilo”, dijo Josef Gregory Mahoney, profesor de la Universidad Normal del Este de China, a CGTN.

Salvaguardar la seguridad nacional no contradice la protección de las libertades. La Ley Fundamental de Hong Kong se refiere a la seguridad nacional en el artículo 23. Pero el artículo 23 ha sido estigmatizado deliberadamente y, cuando se presentó antes de la legislación de la RAE de Hong Kong en 2003, no se promulgó. Los opositores insistían en que esta amenazaba la autonomía de la ciudad y organizaron protestas masivas.

Desde ese entonces, Hong Kong no ha intentado aprobar una ley de seguridad nacional. Esto significa que existe un enorme vacío en el sistema legal de la ciudad. Desde el movimiento Occupy Central en 2014, los ataques a emblemas nacionales en 2019 y las agresiones de tipo violento contra civiles que se oponían a las protestas, los separatistas radicales han usado este vacío legal repetidamente para desafiar la seguridad nacional de China.

La legislación es un intento de llenar esta laguna y apoyar la paz y prosperidad de la región administrativa especial.

“Hong Kong es un puente entre la parte continental de China y el mundo exterior. Hong Kong es aún uno de los mayores centros financieros en el mundo. El gasto de consumidores chinos en Hong Kong realmente ha apoyado la prosperidad de Hong Kong. Por lo que es desafortunado ver que un pequeño grupo de personas en Hong Kong quieren la independencia, lo que creo que es realmente ridículo,” expresó Wang Huiyao, presidente del Centro para China y la Globalización”.

Él agregó que “el caos y los disturbios en Hong Kong deben detenerse. El Gobierno tiene que hacer algo y el cuerpo legislativo también tiene que aprobar algunas resoluciones”.

Desde el retorno de Hong Kong a China, Occidente ha intentado crear problemas en reiteradas ocasiones. Estas fuerzas anti-China se volvieron cada vez más desafiantes en 2019. En mayo de ese año, la portavoz de la Cámara de los Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi y el secretario de Estado Mike Pompeo se reunieron con varios protestantes. En octubre de 2019, el senador estadounidense Ted Cruz se vistió de negro para mostrar su apoyo hacia los manifestantes. El 15 de octubre de 2019, la Cámara de los Representantes de Estados Unidos aprobó la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong. El 19 de noviembre de ese año, la ley fue aprobada por el Senado.

“Siempre ha existido esta especia de postura apocalíptica hacia China en términos de que esta controle Hong Kong (en 1997)”, dijo Mahoney, agregando que existe un fenómenos muy extraño en el que “Estados Unidos y China, en realidad, tienen cada vez más cosas en común en términos de sus generaciones más jóvenes, cómo la tecnología está transformando la sociedad y cómo funciona la cultura. Entonces, la ironía es que, a través de la globalización, hay, de hecho, mucho más en común, pero en una manera perversa que aterroriza a las personas en Washington, las que han dependido históricamente de enfatizar las diferencias para mantener patrones antiguos de hegemonía.”

Los patrones antiguos de hegemonía no tienen cabida en el mundo de hoy. La ley tiene como propósito salvaguardar la seguridad nacional, y no tiene relación alguna con vulneraciones a la libertad.

La ley tiene como propósito salvaguardar la seguridad nacional, y no tiene relación alguna con vulneraciones a la libertad.