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A Patten y sus compinches: su país también tiene leyes de seguridad nacional
CRI

Como el último gobernante colonial en Hong Kong, el político del Partido Conservador británico, Christopher Francis Patten dejó Hong Kong por más de 20 años. Fue testigo del momento en que el Imperio Británico terminó por completo su gobernanza colonial en territorio chino. En el momento de irse, si hubiera podido tener un poco de remordimiento y vergüenza por el gobierno colonial hacia Hong Kong durante más de 150 años y por saqueos, represión y privación de los derechos humanos que abarcaron toda esa historia, no habría pensado siempre en Hong Kong con descarados sentimientos colonialistas e interferido en asuntos de Hong Kong y la política interna de China con actitud como un arrogante viejo patrón.

En consideración de la opinión pública, el Gobierno Central de China ha tomado la decisión de compensar las deficiencias legislativas de seguridad nacional y eliminar las fuerzas separatistas y terroristas cultivadas deliberadamente en Hong Kong por ex colonialistas y algunas fuerzas extranjeras. Pero en este momento, Patten y sus compinches exclaman que “la legislación de seguridad nacional de Hong Kong se desvía de la voluntad de este pueblo”, “Beijing violó la Declaración Conjunta Chino-Británica sobre el Problema de Hong Kong”, “la legislación de seguridad nacional anuncia el funeral de la autonomía de Hong Kong”.

Tales quejas desvergonzadas de esos antiguos colonialistas han despertado una vez más los recuerdos dolorosos del pueblo chino y de personas en el resto del mundo sobre los sufrimientos causados por la agresión del imperialismo y el dominio colonialista británicos.

Desde mediados del siglo XIX, Gran Bretaña desató al menos tres guerras agresivas a gran escala contra China, incluidas dos guerras de opio y la invación a la antigua Beijing organizando una coalición de ocho países. Sin embargo, Gran Bretaña no ha expresado disculpas por su gobierno colonialista y las atrocidades cometidas en las guerras.

Quizá Patten y sus compinches nunca han leído detenidamente la Declaración Conjunta Chino-Británica sobre el Problema de Hong Kong y la Ley Básica de la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK) de la República Popular China.

En la Declaración Conjunta, la primera clausura del primer capítulo dice que “El gobierno de la República Popular China declara que la recuperación de la región de Hong Kong (incluidas la isla de Hong Kong, Kowloon y Xinjie, en lo sucesivo denominado Hong Kong) es la aspiración común de todo el pueblo chino. El Gobierno de la República Popular China toma la decisión de reanudar el ejercicio de la soberanía sobre Hong Kong el 1 de julio de 1997 ”.

La Declaración Conjunta define que después del regreso de Hong Kong a la patria, la Ley Básica de la RAEHK reemplazaría la Declaración en función de la ley básica de autonomía de Hong Kong. Niguna de las dos ha otorgado a las potencias extranjeras el derecho a interferir en los asuntos de Hong Kong y la política interna de China.

Con respecto a la Ley de Seguridad Nacional, cualquier país de soberanía independiente y completa del mundo tiene bajo el amparo de sus regulaciones de seguridad nacional a su territorio entero, incluidas las regiones autónomas. En el Reino Unido, las leyes relacionadas con la seguridad nacional se pueden leer en las legislaciones a lo largo de los últimos 200 años y cubren todos sus territorios.

En el sitio web oficial de la legislación del gobierno de Reino Unido, se encuentra una semejante ley de seguridad nacional más antigua, la ley para crímenes de traición 1848. Algunas partes de esta ley siguen siendo válidas en hoy día. Al principio se trataba de una ley que protegía al rey y la familia real.

Al término de la Primera Guerra Mundial, el Reino Unido promulgó la “Ley de Restricción a Extranjeros”, la cual ha sido revisada en diferentes etapas históricas. La ley estableció que los extranjeros sospechosos de incitar disturbios y rebeliones en el territorio del Reino Unido, serían castigados con hasta diez años de prisión.

En diferentes etapas históricas, cuando la situación lo requiso, el gobierno británico no dejó ninguna oportunidad legislativa para reforzar la seguridad nacional, emitiendo o revisando regulaciones correspondientes para que éstas se adapasen a los cambios de los tiempos.

Tanto el territorio como la población de China son mucho mayores que los del Reino Unido. En consecuencia, las responsabilidades y obligaciones para salvaguardar la seguridad nacional son más indispensables. La ley de seguridad nacional de China da a sus ciudadanos, incluidos los hongkoneses una mayor sensación de seguridad y estabilidad.

Angelo Giuliano, un suizo residente en Hong Kong, expresó en Twitter que "La seguridad nacional es una prioridad como en cualquier otro lugar del mundo. Necesitamos ser protegidos de interferencia extranjera y terrorismo”.