El cuerpo de George Floyd, el ciudadano afroamericano quien fue asesinado mientras estaba en custodia policial, ha llegado a su morada final, en la ciudad estadounidense de Houston, para descansar en paz.

Su muerte ha desatado protestas por todo el mundo, en las que sus participantes han demandado justicia racial y acabar con la violencia policial.
Un carruaje de caballos transportó el féretro de Floyd al cementerio, tras una ceremonia conmemorativa de 4 horas. Unas 500 personas han asistido al funeral de Floyd, y más o menos la mitad eran celebridades o personalidades públicas, entre ellas el Reverendo Al Sharpton, activista por los derechos civiles, quien pronunció la oración fúnebre.