Diego, la tortuga gigante de Galápagos, cuyos esfuerzos incansables se acreditan con salvar casi por sí sola a su especie amenazada, regresó el lunes a su isla natal después de décadas de cría en cautiverio, según el ministro de Ambiente y Agua de Ecuador.
En 1976 Diego fue enviado al zoológico de San Diego, y durante estos años, ha vivido en el centro de crianza ubicado en la isla Santa Cruz. Los especialistas del Parque consideran que Diego ha tenido más de 800 hijos para ayudar a salvar a esta especie.
"Estamos cerrando un capítulo importante", dijo el ministro Paulo Proano en Twitter, y agregó que 25 tortugas, incluido el prolífico Diego, "volverán a casa después de décadas de reproducirse en cautiverio y salvar a su especie de la extinción".
Diego pesa unos 80 kilogramos, mide casi 90 centímetros de largo y 1,5 metros de alto, si estira las piernas y el cuello.