Lucciola González vive en una comunidad afroecuatoriana en el sur de Guayaquil. Es un lugar donde las necesidades diarias son escasas y la tasa de criminalidad es alta. Además de su trabajo normal, se desempeña como coordinadora de una fundación que ayuda a los afroamericanos en América del Sur que sufren la pandemia de COVID-19.
Ella tiene un objetivo muy simple: si las personas en su comunidad son alimentadas, no cometerán crímenes ni desperdiciarán sus vidas.

La comunidad afroecuatoriana lucha contra la COVID-19.