El 26 de junio de 2020, en Aydin, Turquía, un grupo de buzos se zambulló cerca de los restos de un avión Airbus A300 estrellado.
El avión se hundió en el fondo marino cerca del complejo Kusadasi y ahora se ha convertido en un arrecife artificial. Los restos del avión tienen 54 metros de largo y una envergadura de 44 metros.
El gobierno local dijo que crear arrecifes artificiales no solo puede atraer el interés de los entusiastas del buceo y promover el desarrollo del turismo local, sino también proteger el ecosistema submarino.
Antes de esto, Turquía había hundido tres pequeños aviones en el fondo del mar, pero este Airbus A300 es el más grande.