La policía de la comisaría de Songzhou, en el distrito de Baiyun, Guangzhou, junto con un voluntario nigeriano, de nombre Chukwuonye PAT Chike, crearon conjuntamente una canción antiepidémica, de título Somos uno. Esta canción transmite el poder del amor y la confianza, fortaleciendo la fe en la lucha contra la epidemia.
Hay más de 600 extranjeros que viven en la calle Songzhou, en donde un equipo de servicio voluntario de extranjeros está activo. Desde el brote del coronavirus, Chike se ha unido al equipo de servicio voluntario para amigos extranjeros, ayudando a la comunidad a proporcionar servicios de gestión de la salud para otros. Chike, que se ha dedicado al negocio de la exportación de ropa en Guangzhou durante muchos años, espera que todos trabajen juntos para superar la dificultad y que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.

Desde la izq : Chike, Zheng Jiafeng y Cai Chunlan
En 2005, Chukwuonye PAT Chike llegó solo a Guangzhou por negocios relacionados con el comercio exterior. En 2008, se casó con una mujer china y ahora tiene dos hijos encantadores. Ya puede hablar con fluidez el chino mandarín.
A medida que la epidemia se propagaba por todo el mundo, Chike tuvo la idea de crear una canción antiepidémica mientras participaba en los servicios voluntarios para la prevención de la COVID-19. Se lo contó a los agentes de la comisaría local, Zheng Jiafeng y Cai Chunlan, a quienes también les encanta la música. Tres personas con intereses similares se reunieron para componer la canción antiepidémica Somos uno.
Zheng Jiafeng se encarga principalmente de la gestión de la comunidad y los extranjeros. Le parece que es una idea muy buena y apoya con todo su esfuerzo a Chike. Fuera del trabajo, a Cai Chunlan le gustan mucho la música y la escritura. Según su punto de vista, Somos uno es muy positiva y expresa la determinación de vencer la epidemia, lo cual puede alentar a muchos.

Con un sombrero rojo y un chaleco rojo, Chike, participaba en los servicios voluntarios para la prevención de la COVID-19.
Con un sombrero rojo y un chaleco rojo, Chike, como voluntario, les recuerda a sus amigos extranjeros de ir con tiempo al lugar designado para realizar las pruebas de ácido nucleico. Al hablar el mismo idioma, Chike se comunica sin problema con ellos cuando promueve medidas de prevención de la epidemia. Además, es más fácil establecer confianza entre ellos, dando mejores resultados.
Al ver la restauración gradual del comercio en Guangzhou, Chike está muy feliz. Al igual que las estrofas que canta, "La humanidad es una comunidad de destino compartido. En esta guerra, todos somos uno. Independientemente de su raza, cogidos de la mano, podremos vencerla y adoptar una vida saludable".