Mientras un conductor manejaba por la carretera en el área del lago Kanas, en la región autónoma uygur de Xinjiang, noroeste de China, un zorro apareció de repente en el bosque. El conductor detuvo el automóvil y los pasajeros trataron de observar de cerca a la criatura inesperada, con cautela y en silencio.
En lugar de huir, el zorro se sentó y se rascó la cabeza y la oreja les dio de frente, como un cachorro.
El lago Kanas es una de las reservas naturales más impresionantes de Xinjiang, donde se ha construido una relación estrecha entre el ser humano y la naturaleza. La vida silvestre como el leopardo de las nieves, la cabra montañosa y el ciervo rojo están bien protegidos allí.

En lugar de huir, el zorro se sentó.