Dado que la epidemia del nuevo coronavirus está básicamente bajo control en Cuba, la mayor parte de la isla caribeña está en la fase tres de recuperación, pero La Habana aún está en la primera fase debido a la existencia de algunos brotes. De acuerdo con las últimas regulaciones, en la primera y segunda fase de la reapertura, los restaurantes pueden reanudar las operaciones con un 30% -50% de su capacidad bajo estrictas medidas de higiene. Un restaurante privado en La Habana reabrió sus puertas después de estar cerrado durante varios meses y creó un novedoso sistema para Cuba que permite a los clientes conectarse a la red de área local para pedir comida en sus teléfonos móviles, reduciendo así el riesgo de transmisión de virus. Esta es solo una de las muchas medidas implementadas en este lugar.

Este restaurante privado en La Habana, la capital de Cuba, se inauguró oficialmente en febrero de este año. Sin embargo, poco más de un mes de su apertura apertura, Cuba reportó los primeros casos confirmados del nuevo coronavirus, y el gobierno rápidamente ordenó a la industria gastronómica cerrar sus puertas, con la única excepción de entregas a domicilio. Este fue un gran golpe para un restaurante privado recién inaugurado. Durante la epidemia, el restaurante solo puede contar con las entregas para mantener las operaciones.

Cuando el gobierno permitió la apertura gradual de los servicios, el restaurante tenía un nuevo aspecto y comenzó a recibir nuevamente a los clientes. En la entrada del restaurante y en la pared interior colgaba un llamativo recordatorio que decía: "Mantener un metro de distancia entre personas, uso obligatorio del nasobuco, lavarse las manos en hipoclorito antes de entrar. De sentirse mal por favor no pase. ". El gerente del restaurante explicó que el restaurante concede una gran importancia a los problemas de higiene y espera proporcionar a los clientes un ambiente seguro y protegido.

Un restaurante privado en La Habana reabrió sus puertas después de estar cerrado durante varios meses.

Además de aplicar medidas de higiene regulares, este restaurante también introdujo una medida muy distintiva. Se puede ver un código QR en cada mesa de comedor. Los clientes solo necesitan conectarse a la red de área local dentro del restaurante, escanear el código QR y pueden pedir comida a través de sus teléfonos móviles. El uso de este método para reemplazar el orden del menú físico es para evitar el riesgo de transmisión de virus después de que muchos clientes hayan tocado la carta.

Aunque el restaurante ha reanudado sus negocios, sus ventas siguen siendo muy bajas, representando solo el 20% de la facturación en tiempos normales. El gerente del restaurante expresó su esperanza de que a medida que mejore la situación epidémica, el restaurante dará la bienvenida a más clientes.