Privacidad y Cookies

Al continuar navegando en esta web acepta el uso de cookies, la política de privacidad revisada y los términos de uso. Puede cambiar la configuración de las cookies en su navegador.

Estoy de acuerdo
Familiares cercanos al SARS-CoV-2 circularon sin ser detectados en murciélagos durante décadas
CGTN

El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que causa la COVID-19, evolucionó de unos virus de murciélago estrechamente relacionados hace 40 a 70 años, según un nuevo estudio publicado en la revista Nature Microbiology el martes.

El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Hong Kong, analizó la historia evolutiva del SARS-CoV-2 utilizando los datos genómicos disponibles sobre los sarbecovirus, el subgénero viral al que pertenecen el SARS-CoV y el SARS-CoV-2. 

Descubrieron que la secuencia de un virus de murciélago, conocido como RaTG13, era muy similar a la del nuevo coronavirus, con "aproximadamente el 96 por ciento de similaridad en la secuencia del genoma". Los dos comparten un linaje ancestral único común, pero posteriormente tomaron un camino evolutivo diferente hace décadas. 

La proximidad genética dice que "es probable un origen de murciélago para el brote actual de COVID-19", según los autores, quienes descubrieron que las fechas de divergencia entre el SARS-CoV-2 y el reservorio de sarbecovirus de murciélago se estimaron en 1948, 1969 y 1982. 

Los hallazgos indican que "el linaje que dio lugar al SARS-CoV-2 ha estado circulando inadvertido en los murciélagos durante décadas". 

Según un nuevo estudio, el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que causa la COVID-19, evolucionó de unos virus de murciélago estrechamente relacionados hace 40 a 70 años.

El estudio es significativo al "señalar la escala y la naturaleza de los problemas que presenta la transmisión zoonótica a los humanos", informó la BBC citando a Mark Pagel, profesor de la Universidad de Reading, que no participó en el estudio. "Puede haber numerosos virus aún no detectados capaces de infectar a humanos que residen en huéspedes animales". 

"Realmente necesitamos entender dónde o cómo se ha cruzado el virus en la población humana. Si ahora creemos que hay un virus generalista que circula en los murciélagos, debemos mejorar en el monitoreo de esto", dijo David Robertson, profesor de la Universidad de Glasgow, que participó en el estudio, ya que no hay evidencia que muestre en el estudio que se requiera un huésped intermediario para que los virus de murciélago entren en humanos. 

El estudio también "se suma a la creciente evidencia que desacredita las teorías de conspiración que sugieren que el SARS-CoV-2 fue bioingeniería o escapó de un laboratorio", informó The Telegraph citando a los autores.