Muñecos inflables se han colocado en el bar del restaurante "La Pepita" en Barcelona para ayudar a los clientes a respetar las reglas de distanciamiento social como parte de las medidas de seguridad durante la pandemia del nuevo coronavirus.
Estos "clientes peculiares" no comen ni beben, solo se encargan de mantener la distancia entre los clientes.
El bar llevaba cerrado desde el 13 de marzo y, aunque no se pudiera abrir, el dueño del bar quería que desde fuera el bar se viera lleno. La Pepita reabrió a finales de junio con estos muñecos en la barra y en la mesa. Los clientes que entraron al bar se quedaron sorprendidos por ellos, pero rápidamente les hicieron sacar una sonrisa y no dudaron en hacerse fotos con ellos.

Estos "clientes peculiares" no comen ni beben, solo se encargan de mantener la distancia entre los clientes.