Jim Rogers, un inversor estadounidense con una vida intercultural, una vez dijo que el siglo XXI será el siglo de China.
En 1988 pasó 36 días en su motocicleta, viajando desde Shanghai a Pakistán. Más tarde, sus dos hijas se establecieron en Singapur y ambas aprendieron a hablar bien chino mandarín. Se convirtieron en celebridades en las redes sociales chinas.

Más tarde, sus dos hijas se establecieron en Singapur y ambas aprendieron a hablar bien chino mandarín.
Jim Rogers manifestó: "Cuando vine a China en la década de 1980, me di cuenta de que China sería el próximo gran país del mundo. Solía decirle a la gente que les enseñara mandarín a sus hijos."
"Es una locura lo que está pasando en Washington. China y Estados Unidos deberían ser amigos y alcanzar juntos una gran prosperidad. Algunas personas en Washington tienen en la cabeza que necesitan golpear a China. Simplemente no lo entiendo", dijo Jim Rogers.