Una lamentable cifra récord de incendios están afectando los humedales del Pantanal, en la zona central de Brasil. Miles de animales han muerto y sus hábitats han sido devastados por el fuego. Se trata de una pérdida invaluable en una de las regiones de mayor biodiversidad del mundo.
El jaguar, u "onca-pintada" en portugués, se ubica en la cima de la cadena alimenticia de las junglas de Brasil. Ningún otro animal osa enfrentarse al felino más grande de Sudamérica. Sin embargo, pese a su fuerza física, este animal se ha visto forzado a huir de un terrible enemigo: los incendios. Éstos han reducido a cenizas extensas áreas de caza para los jaguares, y algunos jaguares han sido hallados con heridas.
Edno Leite, administrador de un hostal, afirma que los animales se han aproximado a las ciudades y pueblos en busca de refugio a medida que los bosques donde viven han caído bajo las llamas.

Miles de animales han muerto y sus hábitats han sido devastados por el fuego.
Los incendios están destruyendo el hábitat de animales salvajes que viven en los bosques del Pantanal. Pero pronto, también, los peces se verán afectados una vez que llegue la temporada de lluvias y las cenizas sean transportadas a los ríos.
Por otro lado, una cantidad reducida de peces pone en riesgo a los animales que se alimentan de ellos, tal como lo hace un tipo de nutria llamada "ariranha".
Pese a la destrucción de este año, el círculo de la vida no se detiene en el Pantanal. Se espera que una vez que acabe la temporada de incendios, la región se convierta nuevamente en un santuario para las diversas especies que la habitan.

Los animales se han aproximado a las ciudades y pueblos en busca de refugio a medida que los bosques donde viven han caído bajo las llamas.