La industria cinematográfica china ha recibido un gran impulso durante las vacaciones de la Semana Dorada, con la afluencia de miles de aficionados a las salas de cine aprovechando los ocho días de vacaciones. Durante el fin de semana, la recaudación total de taquilla ascendió a 68 millones de dólares estadounidenses, mientras que la venta de entradas de cine en Estados Unidos se situó justo por debajo de 10 millones de dólares. 

Casi 350 millones de dólares es lo que la película "Tenet", de Christopher Nolan, ha recaudado en más de un mes. Es, aproximadamente, la misma cantidad que la cinta antológica china "Mi pueblo, mi tierra", fue capaz de percibir en menos de dos semanas. El mes pasado, las ventas de entradas de cine en China casi se triplicaron. 

"Jiang Ziya", una cinta fantástica de animación por ordenador.

Los expertos señalan que fue el sector que experimentó un crecimiento más rápido entre los consumidores durante las vacaciones del Día Nacional y el Festival de Medio Otoño. Otros éxitos de taquilla han sido "Jiang Ziya", una cinta fantástica de animación por ordenador, y "Salto", un tributo biográfico a la selección femenina china de voleibol. Con tanta variedad, la diversión ha estado garantizada para todos los públicos.

De acuerdo con los últimos datos, los cines que reabrieron en la parte continental de China durante las vacaciones de la Semana Dorada, recibieron un total de 13 millones de espectadores diarios en promedio, seis veces más que en la temporada prevacacional desde que los cines comenzasen a reabrir sus puertas a finales de julio. Este nuevo pico en la recaudación de taquilla se considera un indicador clave de la recuperación de la industria. 

También parece que los festivales de cine están saliendo del confinamiento. En la provincia de Shanxi, en el norte de China, se está celebrando el Festival Internacional de Cine de Pingyao, que concluirá el 19 de octubre. 

Los analistas declaran que este impulso renovado está situando a China como el mayor mercado cinematográfico del mundo, por encima de Estados Unidos, país cuyas salas de cine están tratando de salir a flote mientras que la pandemia sigue causando estragos en el sector.