El río interior más largo de China, el río Tarim, en la parte sur de la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, se ha desviado para cruzar el bosque de álamos más grande del mundo a través del desierto como parte de una campaña de restauración ecológica.
Un total de casi 8.200 millones de metros cúbicos de agua ha fluido hacia el bosque desde 2016, y se espera otros 1.860 millones de metros cúbicos de agua para este año.
La región está experimentando un marcado aumento de la vegetación y las aves acuáticas. La diversidad biológica casi se había duplicado en el curso inferior del río en los últimos cuatro años, según datos de la Academia de Ciencias de China.