Corea del Sur ha vuelto a imponer medidas de distanciamiento social a medida que los funcionarios alertan de una tercera ola de COVID-19.
El domingo 22 de noviembre fue el quinto día consecutivo en el que el país vio más de 300 nuevos casos. Los expertos han relacionado el aumento con las aglomeraciones de personas en la capital. Seúl cerrará bares y discotecas, restringirá el servicio de restaurantes y limitará las reuniones religiosas. El país ha sido elogiado por sus agresivos esfuerzos de rastreo, pruebas y cuarentena. En general, Corea del Sur ha visto más de 30.000 infecciones y 505 muertes.

Seúl cerrará bares y discotecas, restringirá el servicio de restaurantes y limitará las reuniones religiosas.