Durante la Segunda Guerra Mundial, los chinos sufrieron la opresión de los invasores japoneses; mientras que los judíos fueron víctimas de la persecución y aniquilación nazi en Europa. Aunque la mayoría de historias sobre los refugiados judíos tuvieron lugar en suelo europeo, no hay que olvidar que Shanghai también fue un importante refugio para muchos judíos que huían de este horror.
En 1842, China perdió la Guerra del Opio y firmó el Tratado de Nanking con Reino Unido. Poco después, las potencias coloniales crearon asentamientos en diversas partes de Shanghai. Durante el curso de los siguientes años, llegaron dos grupos: los judíos rusos y los judíos Baghdadi. Los últimos se convirtieron en prósperos comerciantes. Los magnates judíos disfrutaron de su época dorada en Shanghai. Pero la pesadilla se cernía sobre Europa. En 1938, en la Conferencia de Evian en Francia, la mayoría de países rechazaron la entrada de refugiados judíos que huían de la persecución nazi. La situación era terrible.
En 1937, invasores japoneses tomaron la ciudad de Shanghai. Las agencias gubernamentales locales cayeron y cesó el control de pasaportes. Muchos judíos europeos vieron una oportunidad. Decidieron viajar en barcos de lujo desde Europa a Asia. Durante los siguientes dos años, cerca de 20 mil judíos huyeron a Shanghai.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los chinos sufrieron la opresión de los invasores japoneses; mientras que los judíos fueron víctimas de la persecución y aniquilización nazi en Europa.
Cuando salieron de los barcos, muchos se horrorizaron. En las calles encontraban a diario a chinos muriéndose de hambre, helados de frío o asesinados por soldados japoneses. El entorno era duro, pero los magnates judíos iban a trabajar. Muchos proyectos inmobiliarios como éste resultaron útiles como albergues para los refugiados.
Todo esto ocurría bajo la atenta mirada del ejército japonés. No molestaron mucho a los judíos porque a finales de los años 30, Japón no quería oponerse a Estados Unidos, país que albergaba la mayor población judía. Pero eso cambió con el incidente de Pearl Harbor. La Guerra del Pacífico arrancó en diciembre de 1941. Los japoneses que ocupaban Shanghai ya no tenían motivos para portarse bien con Reino Unido y EE. UU. e inmediatamente tomaron la colonia internacional. Ya no permitieron más judíos en Shanghai. Muchos empresarios ricos judíos fueron arrestados y encerrados en campos de internamiento. Circulaban rumores en la comunidad judía de que los alemanes habían presionado a Japón para "negociar" con ellos.

Aunque la mayoría de historias sobre los refugiados judíos tuvieron lugar en suelo europeo, no hay que olvidar que Shanghai también fue un importante refugio para muchos judíos que huían de este horror.
Entre no hacer nada y provocar otro holocausto, los japoneses optaron por un término medio. En febrero de 1943, el ejército obligó a todos los judíos en Shanghai a residir en una zona de 3 kilómetros cuadrados en el distrito de Hongkou, conocido como el "Ghetto Shanghai". Las cosas empeoraron cuando los estadounidenses comenzaron a bombardear a las tropas japonesas en Shanghai en 1945. El sonido de los cazas B29 era un recordatorio constante de que podían ser un daño colateral. Japón se rindió en agosto de 1945 y finalmente Shanghai fue liberada. Muchos judíos abandonaron la ciudad china para reunirse con sus familiares en países como Estados Unidos y Canadá. Israel, que proclamó su independencia en 1948, acogió al resto. Estos apartamentos en Hongkou son la prueba de la historia de comunidad judía en esta ciudad. Y, además, solía ser el hogar del sexágesimo cuarto secretario del Tesoro de Estados Unidos, Michael Blumenthal.