Residentes de las zonas urbanas y rurales de toda China celebran el vigésimo segundo término solar del calendario lunar. El solsticio de invierno marca la llegada del día con menos horas de luz solar y la noche más larga en el hemisferio norte.
En la provincia de Shandong, en el este de China, estudiantes de la escuela primaria de la ciudad de Heze celebran el solsticio de invierno cocinando sus comidas tradicionales del norte favoritas. Según el folclore, los 'jiaozi', o ravioles chinos, ayudan a evitar que las orejas se congelen. Hoy, estos deliciosos 'jiaozi' rellenos de carne y vegetales están considerados como un símbolo de unidad familiar y de una vida feliz y satisfecha.
En el sur, en la ciudad de Ningbo, en la provincia de Zhejiang, los residentes buscan ahuyentar la penumbra invernal con actuaciones de su milenario y tradicional tambor. Desde hace una década, son el momento culminante del festival anual de cultura folclórica de la ciudad de Xiepu. Centenares de alumnos, vestidos con abrigos festivos, disfrutaron de delicias locales como caramelos de arroz o rollos fritos.
En la provincia sureña de Guangdong, las bolas de arroz glutinoso, o 'tangyuan', son obligatorias en Taishan, un pueblo situado en el suroeste del delta del río de la Perla. Pero a diferencia de la variedad dulce del este de China, los 'tangyuan' de Taishan incluyen rellenos salados como cerdo, cangrejo o gambas secas.

Residentes de las zonas urbanas y rurales de toda China celebran el vigésimo segundo término solar del calendario lunar. El solsticio de invierno marca la llegada del día con menos horas de luz solar y la noche más larga en el hemisferio norte.