El 1 de enero de 2021, en Harbin, provincia de Heilongjiang, China, la temperatura más baja alcanzó los -30 ℃. En este mundo de hielo y nieve, se abrió un restaurante de olla caliente en una casa de hielo.
Muchos turistas se sentaron en taburetes de hielo y comieron la olla humeante alrededor de una mesa de helada. Aunque la temperatura en la cámara congelada no superaba los -20 °C, los comensales afirmaban: "No hace frío".