El centro biomédico brasileño Butantan ha declarado que la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por la farmacéutica china Sinovac, ha mostrado una efectividad ligeramente inferior al 50 por ciento en los ensayos llevados a cabo en clínicas brasileñas. Ese porcentaje es significativamente inferior a los niveles de eficacia presentados previamente. No obstante, según el director general de Sinovac, los informes acerca de un menor ratio de eficacia, son erróneos.
A pesar de los cuestionamientos sobre la eficacia y la transparencia, más países están adquiriendo vacunas chinas o usándolas para programas masivos de vacunación. Según el periódico chino The Global Times, al menos 17 países han adquirido vacunas de farmacéuticas chinas como Sinovac, Sinopharm y Cansino.

A pesar de los cuestionamientos sobre la eficacia y la transparencia, más países están adquiriendo vacunas chinas o usándolas para programas masivos de vacunación.
El mes pasado, Indonesia encargó 100 millones de dosis de la vacuna de Sinovac. Chile encargó 60 millones, Turquía 50 millones, Brasil 46 millones y Filipinas 25 millones. Argelia también decidió encargar la vacuna china. Un avión con un millón de dosis de vacunas de Sinopharm a bordo aterrizó en Serbia este sábado día 16 de enero, convirtiéndole en el primer país europeo en recibir la vacuna china para un programa de vacunación masiva.
Y se espera que Brasil también apruebe el uso de emergencia de la vacuna de Sinopharm. La vacunación de muchos altos funcionarios de países como Turquía, Filipinas e Indonesia, con una vacuna china ha sido retransmitida en vivo por televisión en aras de promover su seguridad.