Los restaurantes de la Ciudad de México lograron reabrir sus puertas a pesar de seguir en semáforo rojo por la pandemia de COVID-19. 

Con la consigna "abrimos o morimos" los restaurantes de la capital mexicana ejercieron presión sobre el gobierno de la ciudad para que les permitiera abrir sus puertas. Luego de protagonizar una manifestación en el Zócalo de la Ciudad de México y despachar sin autorización por un día, lograron llamar la atención del gobierno local, negociaron y desde esta semana miles de comedores sacaron sus mesas a la calle para poder vender sus platillos. Medida que esperan, desde la administración pública, extender a otros rubros considerados como no esenciales. 

Los dueños, trabajadores y propios clientes de los restaurantes afirman que estos locales y su personal no son focos de contagio cuando sí toman todas las medidas de sanitización, de sana distancia y de horarios. Aseguran que no permitir el consumo de alimentos en el sitio de venta fue un error que le costó caro a muchos pequeños y medianos comerciantes de la comida que ahora se declaran en quiebra. 

Desde esta semana los empleados reanudaron su faena luego de estar casi un mes cerrados. Pintan las calles para demarcar espacios públicos que ahora serán ocupados por comensales. Sacan otras mesas y las ubican sobre la banqueta sin obstaculizar el tránsito peatonal. Otros disponen de puestos sanitizantes y lavado de manos en la calle mientras cada cliente debe pasar por la toma de temperatura, datos personales y gel antibacterial. Una vez concluyen el proceso, las mesas ya están limpias y listas para hacer sentir a los visitantes como si la pandemia solo fuera un mal recuerdo. 

Los dueños, trabajadores y propios clientes de los restaurantes afirman que estos locales y su personal no son focos de contagio cuando sí toman todas las medidas de sanitización, de sana distancia y de horarios.

Se calcula que en la Ciudad de México existen cerca de 55.000 restaurantes oficialmente constituidos que generan más de 200.000 puestos de trabajo. Un mesero gana el salario mínimo, o sea, unos 214 dólares mensuales, lo que representa sólo el 20 por ciento de sus ingresos por jornada; el otro 80 por ciento venía de las propinas. 

Dentro del acuerdo se establece que estos locales podrán atender, en terrazas o espacios abiertos, a solo el 30 por ciento de su aforo. El restaurante que administra Mario Alejandro tiene una capacidad de 128 clientes, hoy podrá servir, nada más, a 38. Es un golpe fuerte a su economía, pero peor era atender sólo con servicio para llevar. 

Durante los cierres parciales de actividades, las ventas cayeron en un 80 por ciento, con este nuevo acuerdo esperan incrementarlas seis veces sobre el promedio alcanzado durante todo el 2020. La Ciudad de México, hoy, tiene la mayor cantidad de los casos acumulados en el país y representa, por si sola, el 25 % de todos los positivos contabilizados por entidad de residencia.