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Vacuna china contra la COVID-19: un bien público global
CGTN en Español
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03:48

El día 16 de enero, aterrizó en Serbia un avión cargado con un millón de dosis de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada y producida por la farmacéutica china Sinopharm. El presidente del país balcánico, Aleksandar Vucic, acompañado por altos funcionarios, esperaba en el aeropuerto de Belgrado para recibir el envío.

El presidente del país balcánico, Aleksandar Vucic, acompañado por altos funcionarios, esperaba en el aeropuerto de Belgrado para recibir el envío.

Es una escena significativa que se dio en medio de la crisis sanitaria sin precedentes que estamos viviendo. Cuando el regalo para el año nuevo ha llegado en forma de vacunas anti-COVID que nos hacen ver “la luz al final del túnel”, no podemos pasar por alto otro gran reto al que nos enfrentamos: la brecha profunda entre distintos países en la distribución de las vacunas. El doctor Bruce Aylward, asesor del director general de la OMS, advirtió que los más de 40 países que han comenzado sus campañas de vacunación masiva entre su población, son todos de ingreso alto o mediano alto.

El doctor Bruce Aylward, asesor del director general de la OMS.

Como un gran país responsable, China ha tomado el compromiso para promover una distribución equitativa y justa de las vacunas. A mediados de mayo de 2020, con motivo de la inauguración de la 73ª Asamblea Mundial de la Salud, el presidente chino, Xi Jinping, prometió que el país pondrá a disposición como bien público global toda vacuna china contra la COVID-19, contribuyendo así a hacer accesible y asequible la vacuna para los países en vías de desarrollo.

La realidad es que China ha estado cumpliendo sus promesas con acciones concretas. Además de los enormes y acelerados esfuerzos por desarrollar unas vacunas seguras y eficaces, el país ha reservado una parte de la capacidad productiva de las farmacéuticas nacionales para satisfacer la demanda de los países extranjeros. Sinopharm manifestó que podría producir mil millones de dosis en 2021, y Sinovac, otros mil millones de dosis. Tan solo dos semanas después de recibir su autorización condicional concedida por las autoridades chinas, la vacuna inactivada de Sinopharm ha llegado a Serbia. Otros países que han firmado contratos para adquirir vacunas chinas de Sinopharm, Sinovac o CanSino, como Brasil, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Baréin, Egipto, Perú, México, Argentina, Ucrania, Filipinas, Singapur, Tailandia y Malasia, son mayoritariamente países en desarrollo.

Sinopharm manifestó que podría producir mil millones de dosis en 2021, y Sinovac, otros mil millones de dosis.

Mientras tanto, en China, desde el inicio de la inoculación masiva hasta ahora, se han administrado más de 15 millones de dosis a nivel nacional, lo cual ha aportado otra evidencia sólida de la alta seguridad de la vacuna china.

La inmunidad colectiva producida por la vacuna es esencial y necesaria para poner fin a la pandemia. En este camino hacia la esperanza, no podemos dejar a nadie atrás. En este sentido, las vacunas chinas representan y seguirán representando un bien público global seguro, eficaz, accesible y asequible.

Mientras se vive el invierno en el hemisferio norte, las cifras de contagios y muertes por el nuevo coronavirus siguen siendo abrumadoras. Sin embargo, a medida que las vacunas anti-COVID se están poniendo al alcance de cada día más personas, un verso del escritor inglés Shelly adquiere más sentido que nunca: Si llega el invierno, ¿puede la primavera estar tan lejos?

La inmunidad colectiva producida por la vacuna es esencial y necesaria para poner fin a la pandemia.