El equipo de expertos enviados a Wuhan por la Organización Mundial de la Salud cree que es extremadamente improbable que el coronavirus saliese de un laboratorio.
Los especialistas de la OMS han completado su trabajo en Wuhan, la ciudad en la que se reportaron los primeros casos de COVID-19 a finales de 2019.
Parte de las investigaciones se han centrado en tratar de comprender cómo se transmitió el virus de huéspedes naturales a humanos.
Han estudiado cuatro posibilidades: la transmisión directa; la transmisión a través de alimentos de la cadena de frío; mediante huéspedes intermedios; o por un incidente relacionado con un laboratorio.
Los expertos han constatado que un virus con una secuencia genética similar a la del nuevo coronavirus aparece en murciélagos y pangolines, pero señalan que la similitud no es suficiente para convertirlo en un ancestro directo del nuevo coronavirus, y añaden que otras especies podrían ser también potenciales huéspedes naturales.
No se detectó el nuevo coronavirus o virus relacionados en muestras de murciélagos en la provincia de Hubei. Tampoco se ha hallado coronavirus en muestras de otros animales silvestres en otras partes de China.
Los investigadores de la misión de la OMS en Wuhan descartan la teoría de que el virus saliese de un laboratorio de Wuhan.

Los expertos de la OMS consideran "extremadamente improbable" que el origen sea un incidente de laboratorio.