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Si los tesoros nacionales pudiesen hablar: Escultura de una dama de la dinastía Tang
Actualizado 2021-02-12 01:32 GMT
CGTN en Español
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05:01

¡Ha recibido un mensaje nuevo de un tesoro ancestral! Por favor revise.

Tú, con el peinado de doble moño de las adolescentes, luces digna y encantadora.

Tus mejillas regordetas, tu nariz y tu boca pequeñas son adorables.

Luces un vestido de cuello redondo y mangas anchas. Aunque el estampado de la falda ya no se alcanza a ver, de seguro estaba muy a la moda.

Tú, en aquel momento, tenías apenas 10 años.

Trabajabas como criada de una familia noble de la dinastía Tang, pero te veías tan relajada y despreocupada, porque eras una de las famosas gorditas de la dinastía Tang.

Mil años después, al verte a ti, las gorditas de hoy sienten cariño, y hasta cierta envidia.

A los 14 años, la edad de las aspiraciones, aprendiste a apreciar el maquillaje de tus hermanas.

El moño en forma de caída de caballo tiene un aire noble pero relajado.

El moño de caída baja, combinado con tu rostro rotundo, te da un aire de niña consentida.

El moño de doble caracol refleja vitalidad y alegría. Era el favorito de las jóvenes traviesas.

También era común ver a las bailarinas con el moño de doble aro. Con el movimiento, ese arreglo exagerado parecía una mariposa volando.

A veces, también usabas ropa de hombre y caminabas con la cabeza erguida por las grandes avenidas, convirtiéndote en la chica más moderna y atractiva de Chang'an.

Si los tesoros nacionales pudiesen hablar: Escultura de una dama de la dinastía Tang.

Ayudabas a peinar a tu ama, quien solía pasar la mañana entera maquillándose. Le aplicabas el polvo facial, y el rubor. Le pintabas las cejas, le adornabas la frente, le agraciabas los hoyuelos y las mejillas. Le pintabas los labios. Y por último, los accesorios.

Si casualmente hubieras conocido a un enviado especial de Japón al imperio Tang, sin duda te habría dicho que este tipo de maquillaje era muy popular en la corte japonesa.

Cuando crecieras, tu vida se haría cada vez más interesante.

Te unirías al equipo de polo, porque eras tan buena como tus hermanos para cabalgar y cazar.

Soñabas con defender la justicia, porque querías desarrollar un espíritu y una personalidad totalmente diferentes.

Tampoco sería mala idea enamorarte y algún día traer al mundo una nueva vida.

¡Tenías tantas opciones! Durante los miles de años de dinastías imperiales en China, solo las mujeres de la dinastía Tang tuvieron tanto de dónde elegir.

Muchas de las gorditas de hoy soñaron en algún momento con vivir en la dinastía Tang. Pero lo cierto es que la gordura solo empezó a ser aceptada y bien vista hacia el final de la dinastía. E incluso en su período más espléndido, ser gorda no fue sinónimo de belleza, muchas damas de la época eran esbeltas. Lo cierto es que en aquella época, las chicas confiaban mucho en sí mismas y eran descomplicadas y libres. Por eso, ser gorda no representaba mayor problema.  

Esa añoranza por la dinastía Tang se debe justo a que las mujeres no tenían que vivir su vida agradando a los demás. Ellas vivían para sí mismas, vivían para ser felices.

Dejarlas brillar como eran fue algo de lo mejor que tuvo la dinastía Tang. Fue entonces cuando llegó la verdadera primavera.

Los mensajes de los tesoros nacionales se actualizan continuamente. Por favor esté pendiente.