A partir de esta semana, la Ciudad de México regresó al semáforo epidemiológico naranja después de haber permanecido durante dos meses en alerta máxima por la segunda oleada de contagios de COVID-19. La decisión fue tomada por las autoridades locales al reducir el número de hospitalizaciones por el nuevo coronavirus.
Con un aforo del 20 por ciento, los centro comerciales y tiendas podrán reabrir sus puertas al público tanto en la capital mexicana como en el estado de México. La decisión se toma ante la disminución en casos de COVID-19 ubicándose, según pruebas rápidas, en sólo un 15 por ciento de positividad durante la última semana. El registro más bajo desde el mes de abril de 2020.
Otros rubros económicos podrán volver a sus actividades con más flexibilidad de horarios y capacidad de atención. Restaurantes ahora ampliarán su jornada hasta las 22 horas, con una capacidad máxima de cinco personas por mesa y solo si el servicio se presta al aire libre.
Gimnasios reinician actividades con una sana distancia entre sus usuarios superior a los cuatro metros, 40 minutos de ejercicios y están prohibidos los entrenamientos grupales. Iglesias y templos también abren sus puertas, pero sin actos litúrgicos. El semáforo rojo dejó pérdidas cercanas a los 20.000 millones de dólares entre el 19 de diciembre de 2020 y el 5 de febrero del presente año en todo el territorio nacional. Solo en la Ciudad de México, la debacle puede rondar el 30 por ciento de la cifra nacional. Durante 2020 México registró una caída en su Producto Interno Bruto del 8,5 por ciento.
Son muchos los que tuvieron que cerrar definitivamente sus locales, otros se mantienen porque no pagan una renta, pero los gastos del hogar, comida, servicios y mantenimientos siguen facturando.
Según números manejados por la jefatura del gobierno local, en la Ciudad de México hubo una reducción de 7.401 a 5.860 personas hospitalizadas por COVID-19, lo que equivale a 1.541 personas menos que la semana del 20 de enero, cuando se registró el punto más alto hasta el momento. Si bien existe flexibilización con la vuelta al semáforo naranja, otras actividades económicas como cines, parques de diversiones, casinos, museos y bares continuarán cerrados.

Restaurantes ahora ampliarán su jornada hasta las 22 horas, con una capacidad máxima de cinco personas por mesa y solo si el servicio se presta al aire libre.