Meses de distanciamiento social para frenar la propagación de la COVID-19 han impedido que muchas personas se corten el cabello con regularidad. Pero el pelo más crecido de quien se queda en casa no se puede comparar con la difícil situación de una oveja merina en Australia cuya lana pesaba 35 kilos.
Las ovejas domesticadas generalmente se someten a esquilas anuales para mantener su pelaje bajo control. Sin embargo, este carnero en particular, apodado Baarack, deambulaba salvajemente en un bosque estatal en Victoria, Australia.

Su vellón no había sido cortado en años, por lo que se había convertido en una masa densa y gigantesca.
Su vellón no había sido cortado en años, por lo que se había convertido en una masa densa y gigantesca cuando Baarack fue capturado y llevado al Santuario de Edgar's Mission Farm, institución destinada a animales de granja rescatados en Lancefield, Victoria, dijo un representante de la organización sin fines de lucro a WordsSideKick.com. en un correo electrónico.

Baarack finalmente fue despojado de su pesada y lanuda carga, que tenía el peso de un niño de 10 años.
Allí, Baarack finalmente fue despojado de su pesada y lanuda carga, que tenía el peso de un niño de 10 años.