La ciudad oriental china de Suzhou está dando pasos agigantados por desarrollar el centro tecnológico más avanzado del país. El parque industrial de la urbe, que en los últimos años ha experimentado un crecimiento exponencial, tiene las miras puestas en el desarrollo biofarmacéutico y electrónico.

A pesar de la pandemia de COVID-19, el crecimiento de Suzhou en 2020 estuvo entre los primeros de China, con un PIB que sobrepasó los 300.000 millones de dólares estadounidenses. 

Una de las razones de este aumento fue la inversión en industrias de alta tecnología. 

Una de ellas, es la electrónica, y una de las empresas que más está creciendo en esta área es el Grupo ASE, la corporación más grande a nivel mundial centrada en el empaquetado de semiconductores. El grupo llegó al parque industrial de Suzhou en 2007 y, en la última década, ha experimentado una expansión acelerada.

La pandemia de COVID-19 ha impulsado otro nuevo foco en el parque: el de la investigación de vacunas. 

El parque industrial de la urbe, que en los últimos años ha experimentado un crecimiento exponencial, tiene las miras puestas en el desarrollo biofarmacéutico y electrónico.‍

El candidato a vacuna Advaccine, basada en ADN, se encuentra en fase II de los ensayos clínicos en China. Se espera que pueda lanzar a finales de este año. 

Fundado en 1994, el Parque Industrial de Suzhou generó unos beneficios de alrededor de 45.000 millones de dólares en 2020, entre los líderes de China.

Desde que se iniciaron las políticas de apertura a finales de la década de 1980, Suzhou ha crecido hasta convertirse en una ciudad moderna centrada en las industrias de tecnología avanzada. Desde la medicina a la nanotecnología, pasando por la electrónica y la inteligencia artificial, en todas ellas, la clave está en el talento. Con el fin de competir con la cercana Shanghai, que es una de las potencias de la industria, los funcionarios locales ofrecen medidas preferenciales a las empresas.