El cuarto lote de vacunas chinas de Sinopharm contra la COVID-19 adquiridas por Hungría llegó a esta capital el sábado, el cual fue recibido por el ministro húngaro de Asuntos Exteriores y Comercio, Peter Szijjarto, en el aeropuerto.

Szijjarto dijo que las vacunas "nos permiten acelerar aún más nuestro programa de vacunación, ayudándonos a llegar a 4 millones de húngaros vacunados la próxima semana".

"Este es un gran paso hacia la victoria, un gran paso para llevar a nuestra población a la seguridad, para reiniciar la economía húngara, y para dar más pasos para traer la vida de vuelta a la normalidad", apuntó.

Cuando se alcance el umbral de los 4 millones, que se espera a mediados de la próxima semana, el Gobierno húngaro planea abrir una amplia gama de servicios a la población.

Desde el sábado, se permite servir a la gente en una terraza abierta de un restaurante o un hotel, aunque los camareros tendrán que seguir usando mascarillas.

La próxima semana, los teatros, cines, bibliotecas, circos, zoológicos, así como las instalaciones deportivas y de acondicionamiento físico reabrirán sus puertas para aquellos que tengan un certificado de vacunación, según el Gobierno.

Hungría fue el primer Estado miembro de la UE en comprar y autorizar el uso de vacunas chinas, y comenzó a administrar la vacuna de Sinopharm el 24 de febrero.