En Brasil, la cifra de muertes por COVID-19 roza ya los 400.000 fallecidos, después de que las autoridades sanitarias registrasen 3.000 nuevas muertes.
El país latinoamericano tiene la segunda tasa de muerte más alta después de Estados Unidos. La situación sanitaria se ha complicado en los últimos meses tras la aparición de una variante nueva altamente contagiosa que ha provocado un incremento en el número de contagios.
Para intentar controlar la epidemia, el país ha comenzado a producir su propia vacuna, ButanVac. De acuerdo con funcionarios locales, está previsto que para mediados de julio estén disponibles cerca de 18 millones de dosis. Sin embargo la Agencia Reguladora de Salud de Brasil todavía no ha autorizado la vacuna.

El país latinoamericano tiene la segunda tasa de muerte más alta después de Estados Unidos.