Un grupo de árboles muertos se plantaron en Madison Square Park de Nueva York como parte de la instalación de arte Ghost Forest de la diseñadora y arquitecta Maya Lin. La obra escultórica hecha de árboles muertos representa los efectos de eventos climáticos extremos relacionados con cambio climático, aumento del nivel del mar e infiltración de agua salada. El trabajo estará a la vista hasta mediados de noviembre de 2021.
La altura de cada árbol, alrededor de doce metros, sobrepasa la escala humana y se erige como una metáfora del enorme impacto de una calamidad ambiental que se avecina.