Recientemente, algunos políticos estadounidenses han insistido una vez más el tema de la trazabilidad del nuevo coronavirus. Poca gente sabía que el laboratorio biológico de Fort Detrick mantuvo estrechas relaciones con el desacreditado Escuadrón 731 del ejército japonés que invadió a China.
En el abril de 1943, el Departamento de Defensa de EE. UU. estableció una base de investigación de guerra bacteriológica en Fort Detrick, Maryland, que fue bautizada con el seudónimo de "Terrenos de pruebas de Detrick". Este fue el precursor de dicho laboratorio biológico.
En septiembre de 1945, expertos en guerra biológica del Fort Detrick como Sanders, Thompson y Fair comenzaron a investigar la guerra biológica de Japón, incluyendo a un criminal de guerra como Shiro Ishii.
En septiembre de 1947, el Departamento de Estado de EE. UU. ordenó a Douglas MacArthur, comandante supremo de los aliados en Japón, que podría "dejar de castigar a Ishii y sus asociados por crímenes de guerra" a cambio de un cierto intercambio de información sobre experimentos de guerra biológica.
Kenneth L. Port, autor de la biografía de Shiro Ishii declaró que MacArthur colaboró con el Escuadrón 731 para encontrar esas materias. Desde noviembre hasta la declaración del Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente, Estados Unidos y Japón llegaron a un acuerdo secreto. Estados Unidos recibió datos de experimentos humanos, experimentos bacteriológicos, guerra biológica y experimentos con gases tóxicos del Escuadrón 731, bajo la condición de la exención de sus criminales de guerra. Además, Estados Unidos pagó 250.000 yenes a cambio.
Para obtener datos de experimentos biológicos, Estados Unidos albergó a criminales de la Segunda Guerra Mundial y ocultó al mundo los atroces crímenes de Shiro Ishii, así como del Escuadrón 731. En agosto de 2017, un documental emitido por la televisión japonesa NHK mostró que, bajo el patrocinio de Estados Unidos, casi ninguno de los miembros del Escuadrón 731 fue castigado por sus crímenes.

Poca gente sabía que el laboratorio biológico de Fort Detrick mantuvo estrechas relaciones con el desacreditado Escuadrón 731 del ejército japonés que invadió a China.