Tras la visita de tres senadores estadounidenses a bordo de un avión de transporte militar a Taiwan con el fin de proporcionar vacunas contra la COVID-19, los congresistas Ed Markey y Mitt Romney emitieron recientemente una declaración en la que afirmaban que celebrarían una audiencia en un futuro próximo para debatir el "fortalecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Taiwan" y pidieron una respuesta a la petición adicional de Taiwan de asignar vacunas para su uso por parte de los militares de la isla.
Hoy en día, ¿quién puede dejarse engañar por la connivencia entre Estados Unidos y Taiwan en la estratagema de la "falsa vacunación y la verdadera búsqueda de independencia"? El pueblo de Taiwan ya no creerá que Estados Unidos le ayudará a salir de la epidemia. Por el contrario, cuanto más grave es la situación de la epidemia en Taiwan, más aprovechan algunos políticos egoístas del lado estadounidense la oportunidad de hacer manipulación política. En cuanto a la vida del pueblo y la conciencia moral, nunca han aparecido en su diccionario.
Para hacer un buen uso de Taiwan como herramienta, la parte estadounidense no ha dejado de hacer promesas sobre la ayuda en materia de vacunas, con la intención de aliviar a las autoridades taiwanesas, que han sido arremetidas por la opinión pública por su ineficacia en la lucha contra la epidemia, con el fin de atraer a estas últimas para que agachen la oreja y saquen las castañas del fuego para que Estados Unidos ponga en marcha una nueva ronda de planes de contención en China. Por no hablar de que las 750.000 dosis de vacunas prometidas por la parte estadounidense se han quedado hasta ahora en la fase de palabras, aun cuando estén preparadas, sería una gota del mar en comparación con los 23 millones de habitantes. Por esta razón, algunos cibernautas taiwaneses ridiculizaron: "Armas de chatarra hemos comprado, peones también empeñados. 750.000 dosis, ¿eso es todo?"

Hoy en día, ¿quién puede dejarse engañar por la connivencia entre Estados Unidos y Taiwan en la estratagema de la "falsa vacunación y la verdadera búsqueda de independencia"? El pueblo de Taiwan ya no creerá que Estados Unidos le ayudará a salir de la epidemia.
De hecho, Estados Unidos ha tratado durante mucho tiempo a Taiwan como un "cajero automático" de venta de armas y un destino de exportación de carne de cerdo con dopamina. ¿En qué ocasión se tienen en cuenta realmente los intereses de Taiwan? La epidemia en la isla sigue empeorando, pero la parte estadounidense está provocando deliberadamente las relaciones entre los dos lados del estrecho, politizando las vacunas y sacrificando constantemente el bienestar del pueblo taiwanés. El reciente uso por parte de Estados Unidos de un avión de transporte militar C-17 para transportar a los legisladores en una visita rápida e inesperada a Taiwan es una clara evidencia de un intento de utilizar la vacuna como medida encubierta para coludir con las autoridades locales en la "búsqueda de la independencia con la epidemia". Sin embargo, las autoridades del Partido Democrático Progresista han estado rehuyendo lo cercano y persiguiendo lo lejano, difamando la buena voluntad de la parte continental en el suministro de la vacuna, y agradeciendo el gran pastel elaborado por su "amo" estadounidense, lo que ha hecho que se pierda repetidamente la oportunidad de salvar la vida de los taiwaneses.
En cambio, desde que se intensificó la epidemia en Taiwan a principios de mayo, la parte continental ha expresado su voluntad de hacer todo lo posible para ayudar a los compatriotas taiwaneses a disponer de vacunas lo antes posible. Según estadísticas incompletas, hasta el 31 de mayo, 62.000 taiwaneses han sido inoculados en la parte continental. ¿No está claro quién se preocupa realmente por la vida y la salud de los taiwaneses y quién utiliza su bienestar como herramienta política?
La cuestión de Taiwan es uno de los principales intereses de China y el asunto más importante y delicado en las relaciones chino-estadounidenses. El país asiático nunca permitirá que nadie ni ninguna fuerza afecte a la línea roja del principio de una sola China. Estados Unidos debe interrumpir inmediatamente cualquier forma de contacto gubernamental y vínculo militar con Taiwan y abstenerse de enviar señales erróneas a las fuerzas secesionistas de la "independencia de Taiwan". Si alguien sigue adoptando medidas arriesgadas para intentar separar a Taiwan de China, ésta le asestará un golpe frontal a toda costa. La parte estadounidense no debe cometer ningún error estratégico en este punto.